Enclavado en un territorio fronterizo con Cataluña y Aragón, La Tinença de Benifassà es una pequeña comarca de la Comunidad Valenciana, que alberga una rica y extraordinaria biodiversidad de especies de fauna y flora. En este singular paraje viven especies salvajes en completa libertad como zorros, jabalíes o tejones. En los altos roquedos anidan numerosas aves rapaces como el águila real o el buitre leonado, pero sin duda alguna el animal más representativo de la Tinença de Benifassà, es la majestuosa cabra hispánica. En flora, los impresionantes encinares, las amplias extensiones de bosques de pinares mixtos de pino albar y negral, incluso un pequeño reducto de hayas, hacen que en su conjunto el año 2006 fuera declarado Parque Natural de la Tinença de Benifassà, este tiene un aextensión de 4,925 hectáreas, que alcanza parte de las comarcas de Els Ports y Baix Maestrat, en término municipal de Castell de Cabres, La Pobla de Benifassà, Rossell y Vallibona. En la vertiente norte de estas sierras se extiende una selvática frondosidad fruto de la convivencia del boj con el helecho y el enebro. Su gran valor botánico se completa con la abundáncia de plantas únicas y endemicas de este lugar. Los pequeños pueblos que forman la comarca: La Pobla de Benifassà, Ballestar, Fredes, El Boixar, Coratxà, Castell de Cabres y Bel se encuentran dispersos por el abrupto y complejo relieve, y en el que podemos encontrar también cuantiosas masías y bancales, fruto de las antiguas labores y usos tradicionales que no hacen más que acrecentar y enriquecer el alto valor patrimonial y cultural del lugar. El Monasterio de Santa Maria de Benifassà, las iglesias románicas, las fiestas populares, las pinturas rupestres de la Cova dels Rossegadors, el poblado íbero de la Morranda, el antiguo camino de los Maquis, el Jardín de Peter…son importantes tesoros artísticos y culturales repletos de historia y leyenda. Por la Tinença de Benifassà recorren multitud de caminos y senderos, que invitan a andar y descubrir, por sus valles y montañas, desde sus poblaciones hasta sus rincones más espectaculares, como el Salt de Robert, el Portell del Infern, el Rio Senia o el Embalse de Ulldecona.